Delitos de tráfico
Cada día más frecuentes, los conductores manejan los vehículos con una tasa de alcohol o estupefacientes superior a la permitida, a veces con fatales consecuencias para terceros y uno mismo. Cuando se conduce además, con una temeridad manifiesta poniendo en concreto peligro la integridad del resto de usuarios de la vía pública, no hace falta el alcohol para que se considere un delito, aunque en la inmensa mayoría de los casos una cosa va unida a la otra.
En la actualidad estos delitos suelen tramitarse como juicio rápido, el mismo día siguiente de la conducción o detección de la conducta temeraria (por ejemplo, conducir a más de 50km/h superior a la velocidad permitida en vías urbanas o 60 en interurbanas).
El Abogado que le asista en ese juicio rápido es determinante a la hora de valorar las posibilidades de defensa y/o alcanzar un acuerdo satisfactorio en el acto que le ahorre dinero y muchos meses de retirada de carnet.